Monriad, Marrakesh

MonRiad es un lugar maravilloso en Marrakech. Está muy cerca de la plaza principal, lo que facilita explorar la ciudad. Las habitaciones son cómodas y acogedoras, y la terraza ofrece vistas impresionantes, especialmente al atardecer. Aunque no quisimos salir del riad debido a su encanto, la experiencia culinaria fue, sin duda, lo mejor de todo. Sin embargo, una estadía más larga podría haber sido ideal para disfrutarlo más.

Mi estancia en el hotel fue muy grata, con un proceso de check-in sin complicaciones y un personal amable que atendió todas mis preguntas antes de la llegada. Las habitaciones son agradables, siempre limpias y se mantienen a diario. El lugar tiene una buena conexión con cafeterías y tiendas cercanas, lo que facilita mucho moverse. Sin embargo, algunas instalaciones están un poco anticuadas, lo que podría ser un inconveniente. En general, una opción cómoda y accesible, ideal para quien busca una experiencia agradable sin gastar demasiado.

El Riad se encuentra en una ubicación increíble, en el corazón de Marrakech, alejado del bullicio de la ciudad. Las habitaciones son amplias y muy limpias, y el ambiente es acogedor. Sin embargo, nos decepcionó un poco la falta de algunas comodidades y el cobro adicional por los teabags en el último día. La experiencia gastronómica fue excepcional, tanto en desayunos como en cenas, lo que añadió un gran valor a nuestra estancia.

El riad es acogedor y se encuentra en una buena ubicación, aunque un poco difícil de encontrar. La atención del personal fue excepcional, lo que hizo que nuestra estancia fuera memorable. Sin embargo, la iluminación en la habitación era bastante deficiente y el ruido de los otros huéspedes durante la noche puede ser molesto. Esto puede ser un inconveniente si eres de esos que prefieren descansar temprano.

Nuestro alojamiento en MonRiad fue increíble. Desde que llegamos, nos brindaron una cálida bienvenida con un delicioso té de menta marroquí. La decoración tradicional y el ambiente acogedor nos hicieron sentir como en casa. Además, la ubicación en el corazón de la Medina es perfecta para explorar Marrakech a pie. El único inconveniente podría ser el ruido en la zona, pero en el Riad encontramos tranquilidad. Sin duda, recomiendo este lugar por su autenticidad y atención excepcional.